Los Derechos Humanos de las Mujeres
El pleno reconocimiento y garantía de los Derechos Humanos lo podemos encontrar en el artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los DDHH están sustentados en la dignidad humana, cuya realización efectiva es indispensable para el desarrollo integral de una persona.
Es importante hablar de los Derechos Humanos de la mujer para lograr entender nuestra autonomía y libertad, así como para poder actuar en defensa de las mismas.
Uno de los principios más primordiales seguido de la igualdad, es el principio de no discriminación, y es necesario resaltarlo ya que tiene como objetivo primordial el poder garantizar la igualdad de trato entre mujeres y hombres, en cuanto a condiciones de género, sociales, económicas y culturales. La Convención sobre la Eliminación de todas formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979) explica cómo surge la discriminación, en primer lugar entendiendo al estereotipo como un componente cognoscitivo, al prejuicio como componente emocional y por último, la discriminación como componente conativo. De acuerdo con el Convenio Belém Do Pará (1994) menciona que la violencia contra las mujeres es una discriminación basada en género, es cualquier acción o conducta que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico de la mujer.
Nuestra autonomía se ha logrado a lo largo de las diferentes olas del feminismo, y junto con el empoderamiento amplificamos nuestras voces para expresar nuestra capacidad de incidencia política. Con el pleno goce de nuestros derechos humanos logramos una autonomía física, autonomía de decisión y autonomía económica. Es necesario resaltar que debemos analizar esta autonomía desde una perspectiva interseccional, que tome en cuenta la vulnerabilidad y dificultad que enfrentan las mujeres en la sociedad.
La autonomía física nos permite decidir sobre nuestro propio cuerpo, así como el respeto de nuestros derechos sexuales y reproductivos. Nos permite vivir libre de violencia, para que se nos devuelva aquello que históricamente se nos ha sustraído y así lograr una reinterpretación social de nuestros cuerpos; la autonomía de toma de decisiones crea un espacio de participación en el proceso de toma de decisiones en nuestra comunidad; por último, por cuanto hace a la autonomía económica permite nuestra capacidad de acceder al trabajo remunerado, el uso de nuestro tiempo y generar ingresos propios. Aunque millones de mujeres mexicanas se enfrenten a obstáculos como asignación de roles reproductivos, división sexual del trabajo, menos tiempo de participación en el mundo laboral y desequilibrio de poder.
Como mencioné con anterioridad la dignidad es la base de nuestra libertad y justicia, pero la violencia hacia la mujer, así como la violación a nuestros Derechos Humanos menoscaba dicha libertad fundamental. Los pensamientos misóginos crean una preminencia de superioridad, una supremacía masculina institucionalizada, la estructura patriarcal es la que van en contra de nuestros derechos, es por ello que en el movimiento feminista luchamos en pro de la abolición de un sistema que nos ha arrebatado nuestros derechos a lo largo de la historia de la humanidad, y a pesar de que contamos con diversos instrumentos internacionales de protección a nuestros derechos, incluso reconocidos en nuestra Constitución Política y que es obligación del Estado la protección de nuestra libertad y seguridad, nos queda una larga lucha por las que vienen, por las que estamos y por las que ya no están.
Elaborado por:
Carmen Indira Hernández Rojas
Estudiante Feminista de la Facultad de Derecho UV
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